sábado, 17 de febrero de 2007

La nueva Policía Nacional

Nota nacional. En el año 2007 el esquema que plantea la administración federal es que la policía se convierta en un órgano único capaz de potenciar las acciones contra el crimen organizado, sin tener mandos que se disputen los logros o argumenten poseer facultades que limiten las operaciones de otras instancias, como ocurre actualmente con la PFP y la AFI.
El esquema que se pondrá en marcha, según informaron, fue diseñado desde hace varios meses y contó con la colaboración de cuerpos policíacos como la Guardia Civil Española, el FBI y la policía francesa.

La estructura de la nueva Policía Nacional permitirá realizar el despliegue de elementos con capacidad de investigación y detención inmediata, pero también la integración de bases de datos únicas, que contengan tanto información de las corporaciones locales como de las procuradurías estatales, con el fin de integrar bancos de información susceptibles de ser empleados para los llamados mapas de georreferencias del delito.

Lo anterior se traduciría en labores de inteligencia, que a su vez permitirían acciones directas contra bandas de delincuentes en todos los ámbitos. La estructura que se ha considerado establecer quedaría de la siguiente manera: las policías dependerán de la SSP federal, el mando lo tendrá el comisionado Ardelio Vargas Fosado, bajo su tutela y supervisión actuarán cinco comisarios, uno de los cuales será el actual encargado de investigar terrorismo y grupos armados, Ignacio Nemesio Lugo.

La policía quedará dividida en cinco grandes áreas, una de las cuales realizará acciones de inteligencia y tendrá coordinación con entidades como el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, la sección segunda de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ­que se dedica a actividades de espionaje­ y organismos internacionales como la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), el FBI e Interpol.

Los mandos se regionalizarán, al igual que la distribución de los elementos, con el fin de contar con capacidad de desplazamiento y operación, y se establecerán células de inteligencia en todo el país; para ello se potenciarán las acciones que hoy se realizan en los llamados C4, centros de control e información policíaca.
La estrategia buscará homologar la plataforma tecnológica y el uso de la misma, para que todas las corporaciones y procuradurías tengan acceso a un sistema único, así como las acciones y adecuaciones normativas para garantizar la obligatoriedad de alimentar, actualizar y auditar la información de dicho sistema, que es una de las pretensiones que se tenían en el gobierno de Vicente Fox, pero que no se ha logrado aun ni a través del Sistema Nacional de Seguridad Pública ni de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.

En cuanto al despliegue de elementos policíacos y para prevenir la infiltración de las corporaciones (como ocurre actualmente en municipios de algunas entidades), se establecerán gendarmerías, que estarán supervisadas por efectivos militares, ya que la única instancia con capacidad de despliegue en todo el país es la SEDENA.

Sin embargo, las acciones de estos grupos estarán vinculadas de manera directa con la policía nacional. En tanto se aprueban las reformas impulsadas por Felipe Calderón, primero en el Congreso de la Unión y después por las legislaturas locales, la AFI seguirá dependiendo de la PGR, y la PFP de la SSP federal. Lo anterior, con el fin de no perder legalidad, como que una policía sin facultades sea la que atienda el cumplimiento de mandamientos judiciales o impida actividades prohibidas por la ley.

Con eso se ampliarían las facultades de la PFP, que hoy está limitada a actuar sólo "en auxilio de las autoridades competentes, en la investigación y persecución de delitos, en la detención de personas o en el aseguramiento de bienes que sean objeto, instrumento o producto de un delito, en aquellos casos en que sea formalmente requerida".

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